Hoy seguimos con la segunda parte de nuestro post acerca de la endodoncia.
Como ya dijimos en la primera parte del post, desde la Clínica Dental Mar Tarazona pensamos que hay que evitar las endodoncias sobre todo si no son necesarias.
Como cualquier parte del cuerpo, un diente puede doler, inflamarse o estar sensible. Frecuentemente le aconsejarán una endodoncia pero hay que estar seguro, evaluar el dolor y descartar todas las razones por las que los dientes pueden doler o estar sensibles.
Vamos a seguir hablando de las terapias que debemos intentar antes de realizar una endodoncia en un diente que duele:
- Higiene oral adecuada: Enjuague bucal con aceite, es un remedio ayurvédico ancestral para la salud y la desintoxicación. A parte de mejorar la salud oral en general, ayuda a reducir la cantidad de Streptococo mutans (tienen mucha implicación en la caries dental). Los lipidos del aceite extraen las bacterias, y también evitan que las bacterias se peguen a las paredes de la cavidad bucal. A la vez de su habilidad para limpiar las bacterias nocivas nos ayuda a reducir la sobrepoblación de hongos. La manera más efectiva de hacer el enjuague bucal con aceite es colocando aceite ajonjolí orgánico y prensado en frío en a boca, moviéndolo en el interior de la boca durante 10-15 minutos y luego escupirlo. También se puede usar el aceite de coco virgen prensado en frío, el aceite de girasol y el aceite de oliva. Con estos enjuagues puedes obtener beneficios para el resto del organismo ya que apoyan el sistema linfático
- Sueño adecuado: hay que descansar mínimo 8 horas.
- Control del estrés: realizar ejercicio físico nos puede ayudar. También es muy importante socializarse, hay que tener tiempo para los amigos o simplemente hablar con la gente.
- Par Biomagnético: es un método terapéutico, que utiliza imanes comunes para restablecer el equilibrio bioenergético del organismo y así recuperar la salud. A través de un sencillo chequeo, se identifican los pares biomagnéticos desequilibrados, sobre los que se aplican dos imanes de forma simultánea y se consigue corregir en breve tiempo, disfunciones energéticas, y consecuentemente, neutraliza virus, bacterias, hongos y parásitos.
- Tratamiento osteopático tradicional y mantenimiento.
- Acupuntura.
- Liberación emocional.
- La prevención es la mejor opción para evitar las endodoncias, se debe eliminar el deterioro dental a través de una higiene oral adecuada y buena nutrición.
Si con todas las terapias anteriores no deja de doler el diente, entonces tenemos que tomar una decisión: endodoncia o extracción.
Nosotros como terapeutas podemos aconsejar, evaluando todos los datos y la situación personal así como los riesgos de salud pero es el paciente el que debe tomar la decisión. Si se inclina por la endodoncia hay que avisarle que en el momento que su sistema inmunológico se vea comprometido o debilitado, su riesgo de desarrollar problemas serios de salud aumenta y los ataques al sistema inmunológico son algo muy frecuente en el mundo actual.
Hay que comprobar siempre el estado oral de un paciente cardíaco, ya que hay estudios que demuestran la relación entre la presencia de dientes con tratamiento de conductos y la propensión a tener enfermedades cardíacas y un mayor riesgo de ataque cardíaco. El diente tratado con endodoncia libera patógenos y toxinas al sistema venoso (y linfático) de la mandíbula, y las arterias coronarias son las primeras arterias expuestas.
Las endodoncias y otras infecciones crónicas están prácticamente siempre detrás de una importante disminución de los niveles de vitamina C (y otros antioxidantes) en el organismo.
El tratamiento de cualquier paciente con cáncer y/o enfermedades crónicas degenerativas estará especialmente reforzado por la eliminación adecuada de las endodoncias ya que esta actuación nos puede ayudar en el alivio de los síntomas y ralentizar la progresión de la enfermedad.
Además de las enfermedades cardíacas, puede haber problemas hepáticos, renales y de la vesícula. Artritis, enfermedades reumáticas y articulares son casi la norma entre las personas con dientes muertos en sus bocas. El síntoma más común es el dolor de cabeza y cuello, puede variar desde cefaleas leves, migraña y neuralgia del trigémino. Los dientes desvitalizados en la arcada superior a menudo se asocian con sinusitis. También hay relación con trastornos neurológicos y enfermedades autoinmunes, con problemas en ojos y en oídos, con el tiroides, etc…
Cada vez más dentistas, médicos y profesionales de mentalidad holística comienzan a entender que muchas de las enfermedades y males previamente “incurables”, para los cuales no hay una causa convencionalmente reconocida, pueden mejorar radicalmente o resolverse completamente al extraer un diente (o dientes) a los que se les ha realizado una endodoncia y al limpiar adecuadamente las cavidades dentales que quedan post-extracción.
La ubicación del diente, los tipos de microorganismos en su interior y la naturaleza de la composición genética de la persona determina las áreas de enfermedad encontrados clínicamente. La única cosa que es cierto es que si usted está enfermo debe examinar cuidadosamente todos los dientes no vitales, con endodoncia o no.
Para finalizar, no podemos ser tan cerrados y pensar que vamos a extraer todos los dientes endodonciados y vamos a curar todas las enfermedades. Eso es igual de malo como decir que los dientes endodonciados no podrían causar ningún problema. Tenemos que evaluar a cada persona objetivamente y luego llegar a una conclusión razonable, siempre pensando en la salud general.