¿Sabíais que cada parte de la boca tiene un tipo de energía? Asimismo, cualquier problema anímico o emocional se puede ver reflejado en nuestra dentadura.
Te contamosn esa parte “desconocida” de la boca, en todo lo que –aun pareciendo oculto- desencadena consecuencias a tener muy en cuenta en nuestra salud.
Los dientes y su energía
El punto energético dental está formado por el diente y la parte del hueso alveolar que lo rodea. El periodonto es el sistema de fibras elásticas que mantienen al diente unido al hueso. Crean una zona de intercambio de información a través de las células que corresponde a lo terrestre. Es decir: si hay algún problema, los dientes pueden acabar manifestando síntomas, como por ejemplo, un movimiento inusual. La movilidad se debe a un desequilibrio alimentario, al estrés o a cualquier situación en la que el individuo no defiende sus deseos, inquietudes o su posición en la vida.
El diente está compuesto por esmalte con un 95% de mineral, que se crea y se destruye constantemente. Cuanto más puro es el mineral, más refleja la luz, por lo que se relaciona el esmalte con la conciencia. La dentina, tejido vivo que está recorrida por miles de túbulos a través de los cuales se realizan intercambios entre la pulpa y el cuerpo. Se corresponde con el cuerpo astral, como elemento intermedio entre el alma inteligente y el cuerpo físico. La pulpa se ubica en el interior del diente, donde los nutrientes alcanzan el fluido destinario. Puede parecer llamativo, pero todo este proceso se relaciona con el mundo emocional.
En múltiples ocasiones, encontramos niños con caries internas, a pesar de que el esmalte permanezca intacto. Este problema a menudo es debido a que el niño puede estar esforzándose mucho generándose estrés: la fatiga que siente, repercute en la dentina.
Un niño siempre ha de tener tiempo para ser niño. No permitamos que lleven tanta carga emocional a raíz de las exigencias a las que les sometemos.
En acupuntura, los huesos –raíz del diente en este caso- se relacionan con los riñones y el sentimiento asociado es la voluntad. En los tratamientos ortodóncicos, si se ejerce una fuerza excesiva sobre los dientes, puede producirse una reabsorción parcial de la raíz o una desaparición total, situación que es frecuente en los niños, cuya voluntad aún no está afianzada. Si pensamos que los dientes mismos somatizan cambios interiores del ser humano, podríamos entender por qué algunos tratamientos ortodóncicos no tienen el resultado deseado siempre y cuando no desaparezca el problema emocional.
La importancia de la lengua
Por otra parte y además de los dientes, la posición de la lengua también es muy importante en nuestro circuito energético. La energía fluye en el ser humano por la órbita microscópica que es la unión de los dos canales energéticos más importantes del cuerpo humano: el vaso concepción y el vaso gobernador.
El ‘vaso concepción’
Comienza en la parte anterior del perineo, asciende por delante del cuerpo y termina en la punta de la lengua.
El ‘vaso gobernador’
Comienza en la parte posterior del perineo, sube por la columna vertebral hasta la zona alta de la cabeza, desciende por la frente y termina en el paladar, por encima de los dientes incisivos. En ambos canales desembocan el resto de los canales energéticos, por lo tanto, son dos grandes embalses de las esencias Yin y Yang. Para conectar este circuito hay que colocar la punta de la lengua en contacto con el paladar, contraer el perineo y hacer fluir la energía por todo su recorrido: es un circuito sin fin. Nutre todos los canales energéticos, equilibra el Yin y el Yang, la Tierra y el cielo, fortalece el aura, libera las emociones, potencia la capacidad de sanación a través de las manos y guía la energía sexual.
Nuestra intención debe ser tener abierta la órbita microscómica para disfrutar de todos sus efectos y beneficios. Pero para ello debemos ser capaces de colocar la lengua en el paladar y no todas las personas son capaces de hacerlo. Es importante reeducar la lengua, puesto que de ese modo corregiremos los problemas al hablar, la deglución atípica y la respiración oral, todo esencial para el mantenimiento de la salud.
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