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Como bien sabemos, la respiración es indispensable para la vida del ser humano… pero no siempre lo hacemos como es debido.

Normalmente, respiramos por las fosas nasales pero a veces, sin darnos cuenta, acabamos respirando por la boca y hay algo importante que todos debemos saber: la respiración oral sólo debe intervenir en momentos de esfuerzos físicos o cuando hay alguna infección respiratoria transitoria.

¿Cuáles son los motivos más comunes de la respiración oral?

Desde obstrucciones del la vía aérea superior o desviaciones del tabique, hasta rinitis alérgica, hipertrofia de amígdalas o pólipos. Todas estas afecciones ha de tratarlas el otorrino: nunca debemos dejarlas pasar. Tampoco debemos pasar por alto las intolerancias alimentarias, ya que una de sus graves consecuencias es la hipertrofia mucosa de las vías respiratorias altas. Gran parte de “respiradores bucales” lo son debido a que acostumbraron a hacerlo así a raíz de algún tipo de obstrucción.

¿Cómo evaluamos si un paciente es respirador oral o no?

Existen diversas manifestaciones clínicas que a continuación estudiaremos:

Cambios faciales 

  • Aumento del tercio facial inferior.
  • Rasgos faciales como cara larga y estrecha, ojeras profundas, nariz pequeña, ojos caídos, boca abierta, incompetencia labial.
  • Narinas estrechas y verticalizadas.
  • Piel pálida y mejillas flácidas.
  • Labio superior corto, labio inferior grueso, labios agrietados…

Cambios bucales

  • Maloclusiones dentarias.
  • Lengua baja y voluminosa.
  • Paladar profundo y estrecho, con apiñamiento de los dientes.
  • Hipodesarrollo de los senos paranasales.
  • Deglución atípica y succión labial.
  • Gingivitis crónica, encías sangrantes e hipertróficas.
  • Síndrome de boca seca. El aire, si entra por la boca, seca boca y la nariz. La falta de saliva por la sequedad, puede producir caries y mal aliento.

Cambios a nivel corporal

  • Al respirar por la boca, adelantamos la cabeza y los hombros, modificando la curvatura de la columna cervical.
  • Hipomotilidad diafragmática.
  • Pies semi planos o planos, hacia adentro, dolor de pies, talones y rodillas.

Cambios fisiológicos

Los respiradores orales suelen masticar únicamente por un lado de la boca puesto que, de hacerlo por los dos, no tendrían espacio para respirar y se atragantarían con la comida. Los niños tienden a tragar rápido e incluso dejan de comer por la complicación que les supone coordinar la respiración con la masticación en el momento de tragar. La respiración bucal provoca trastornos del sueño como ronquidos, insomnio, terrores nocturnos y síndrome de hiperventilación, pudiendo evolucionar a una apnea del sueño. Por la mañana, les cuesta levantarse y se notan cansados, afectando ya a su rendimiento durante el día.

El oído es otra de las estructuras afectadas. Al respirar por la boca, las presiones dentro de la nariz y boca no se equilibran correctamente y el oído medio no se ventila. Esto predispone a otitis y a la acumulación de moco en las vías altas causando infecciones o incluso alteraciones en la audición. La respiración bucal es insuficiente, produce un predominio de sangre venosa sobre la sangre arterial, por una alta concentración de sustancias tóxicas derivadas del metabolismo. Todo ello produce disminución de la capacidad intelectual, falta de atención, falta de concentración y falta de memoria.

Cuando llega un paciente a nuestra consulta que presenta una alteración respiratoria que lo obliga a respirar por la boca, debemos remitirlo a un otorrinolaringólogo. En resumen, el paciente tiene que ser consciente de cerrar la boca el mayor tiempo posible para que la respiración sea exclusivamente nasal… o dicho de otro modo: por la vida hay que ir con la nariz bien abierta y la boca bien cerrada.

 

Si quieres saber más visita nuestra clínica en C/Cotanda 2-1ª planta 46002 Valencia. Horario de lunes a viernes de 09:30 a 14:00h y de 16:00 a 20:00h. Teléfono para concertar cita: 96 344 76 01.